No importa si eres influencer, cuánto dinero tengas, cuantos seguidores tengas en tus redes sociales, cuántos contactos consigas, cuántos sorteos participes. Tomorrowland es uno de esos lugares que, de una forma u otra, te elige. Un festival que no solo premia a los fans, sino también a quienes han dedicado su vida a esta cultura.
Hoy, con emoción, orgullo y humildad, puedo decirlo: he sido invitado oficialmente a Tomorrowland Bélgica.
No es solo un logro. Es un símbolo. Es la recompensa de tantos años de trabajo silencioso, constante y apasionado. De haber apostado por una escena electrónica cuando muchos aún no creían en ella.
Comencé desde lo más bajo, literalmente: en clubes donde no había ni luces ni pago, solo ganas. Estuve cámara en mano en lugares donde nadie quería ir, donde era peligroso, donde incluso hubo noches en que personas no regresaron a casa. Y aun así, al día siguiente yo estaba ahí: editando, publicando, subiendo contenido. Porque esto no era por moda, era por amor.
Apoyé decenas de productoras que hoy ni existen. Algunas me estafaron, otras nunca pagaron una sola foto, pero igual les di cobertura, creí en sus proyectos, aporté profesionalismo donde nadie lo exigía. Fui prensa, apoyo técnico, fotógrafo y promotor a la vez. Todo con tal de que la escena creciera.
He estado donde había que estar, incluso cuando nadie más quería estar.
He tenido el privilegio de estar frente a verdaderas leyendas de la música electrónica. Richie Hawtin, Dubfire, Calvin Harris, NERVO, Hardwell, Armin van Buuren, David Guetta, Carl Cox, Swedish House Mafia, Claptone, Tiësto, Nina Kraviz, Paul Van Dyk, Chris Liebing, Fatboy Slim, Steve Aoki, Martin Garrix, Korolova, KSHMR, MANDY, Marshmello, … por nombrar solo algunos. No solo los vi desde la pista: los capturé desde la mirada de alguien que también vibra con cada drop.
He tenido el privilegio de estar acreditado como fotógrafo y medio en los festivales más importantes del continente. Desde la energía inigualable de Ultra Music Festival y Resistance, hasta la diversidad cultural de Lollapalooza, pasando por la potencia de Creamfields, la vibra única de Dreambeach, la elegancia de DGTL, la propuesta alternativa de Fauna Primavera, la atmósfera mágica de 5unsets y muchos más. En cada uno he capturado no solo imágenes, sino momentos irrepetibles que hoy forman parte de la historia de este portal. No fui como fan, fui como narrador visual de toda una cultura que merece ser contada con respeto y pasión.
Tambien debo hablar de los momentos dificiles, mantener esta web fue una guerra constante. Con recursos limitados, con un tráfico internacional gigantesco, con peso multimedia brutal, que ameritaban una inversión cada mes mayor, sin ingresos estables y con la presión constante de sostener algo que muchos daban por muerto. Pero yo me negaba. Porque sabía lo que valía lo que estábamos construyendo.
No solo documenté a los grandes. Fui el primer medio que retrató y dio visibilidad a muchos DJs que hoy son figuras en Venezuela y en Chile. Apoyé carreras desde sus primeros toques. Les di portadas, artículos, entrevistas, sets grabados. Y eso, con el tiempo, se transformó en una comunidad real, en historia viva Son tantos talentos que hoy brillan por el mundo y que una vez confiaron en mi lente y en mi palabra.
¿Y sabías algo? Intenté abandonar el proyecto dos veces. Cuando sentía que nada avanzaba, que nadie valoraba el esfuerzo. Pero algo dentro de mí no me dejó. Tal vez era la música. Tal vez eras tú, leyendo esto. O quizás esa voz que me decía que aún faltaba mucho por contar.
Desarrollé apps, las publiqué en Google Play y App Store. Le di forma digital a un sueño. Aposté por lo que no existía. En un país sin recursos ni industria, me convertí en medio, fotógrafo, periodista, programador, diseñador, y editor. Todo por la música.
Hoy, todo ese recorrido me lleva a Tomorrowland.
El festival más grande, soñado, complejo y hermoso del planeta.
El lugar donde convergen culturas, sonidos, energía.
Y ahí estaré. Con mi cámara. Con mi historia. Con todos ustedes.
He sido blogger, fotógrafo, periodista, fan. He escrito con el alma, editado con la mirada aguda, y vivido cada festival como si fuera el último. He creado plataformas, comunidades, medios que hoy siguen creciendo. Y aunque el camino no ha sido fácil, ha sido profundamente real. He sido estafado, ignorado, menospreciado, pero también he sido abrazado, escuchado y reconocido por quienes de verdad valoran este arte.
Hoy, después de tantos años, llega un nuevo capítulo. Uno que aún me cuesta procesar:
Estoy invitado oficialmente a Tomorrowland Bélgica.
Sí, el festival más importante del mundo. Estaré ahí, cámara en mano, representando no solo mi marca, sino a mi país, a mi historia, a todos los que como yo alguna vez soñaron con estar ahí y les dijeron que no se podía.
🎧 A los DJs que confiaron en mí antes de ser headliners.
📸 A las productoras que aún valoran el arte.
🧠 A quienes siguen soñando en pequeño, pero sintiendo en grande.
💔 A los que me cerraron puertas, me criticaron o me ignoraron: gracias también. Fueron parte del motor.
Y sobre todo:
A quienes me leen, me siguen, me apoyan, me comparten, me recomiendan o simplemente sienten algo cuando ven una de mis fotos… Esto también es de ustedes.
Gracias por tanto.
Nos vemos en Tomorrowland. Y lo vamos a contar como nadie.