A lo largo del fin de semana pasado, el Parque O’Higgins de Santiago de Chile volvió a ser casa de uno de los espacios clave en la escena festivalera de América Latina.
Tres días de un evento que, quizás como en ninguna otra edición, logró concentrar de mejor forma la esencia de la música popular alrededor del orbe, comenzando por la inclusión de actos de géneros comúnmente poco visibles en el Cono Sur como Kendrick Lamar, Post Malone y Jorja Smith, a la par de las bandas que dominan las conversaciones como Arctic Monkeys, Twenty One Pilots y The 1975, sin dejar de lado la base hispanoparlante del festival con nombres como Rosalía, Juanes y Vicentico.
Una gozada total.
