Moby: Haciendo historia

Su incombustible capacidad creativa y sus atrevidas combinaciones musicales hacen que este artista marque un antes y después en la historia de la música.

moby

Richard Melville, conocido como Moby, es una de las figuras más importantes de la música contemporánea en general y de la música electrónica en particular. Respetado y admirado por todo el mundo, el prestigioso dj y productor publicará su nuevo álbum, “innocents” a principios de octubre a través del sello Mute, con tres shows como carta de presentación en Los Ángeles que, posiblemente, se conviertan en la única gira del disco que haga el artista. Doce canciones con las que engorda su trayectoria profesional de once discos, de las que siete cuentan con la colaboración de importantes personalidades de la música como Mark Lanegan (Queen of the Stone Age y Screaming Trees) o Cold Specks, Damien Jurado, Wayne Coyne (The Flaming Lips).

Hacía dieciocho meses que no teníamos noticias del neoyorquino desde su último trabajo “Destroyed”, por lo que la expectación era enorme, pero lo nuevo de Moby ya nos ha sido presentado meses atrás gracias a los adelantos de “The Lonely Night”, que cuenta con la colaboración de Mark Lanegan, y “A Case For Shame”, canción escrita por Al Spx y él mismo, en la que colaboran los canadienses Cold Specks y cuyo videoclip ha sido dirigido por el propio Moby.

Innocents”, que ha sido producido con la ayuda de Mark ‘Spike’ Stent, está enmarcado en un contexto espiritual para el propio Melville, quien dice haberlo creado desde su propio dormitorio para ser escuchado en la cama y con los ojos cerrados. Tal es el talento que posee este polifacético artista que, además de los doce temas que componen el álbum, ha hecho todas y cada una de las fotografías que aparecen en él, ya que pese a no dedicarse profesionalmente al mundo de la fotografía, asegura que cuando no tiene un instrumento musical en la mano, tiene una cámara.

Los comienzos de la dilatada carrera del músico que recibió su apodo desde bien pequeño gracias al libro más famoso de su tío bisabuelo Herman Melville: Moby Dick, datan de mediados de los 80, cuando este irreverente artista formaba parte de la banda de hardcore punk Vatican Commandos, con la que publicó el EP “Hit Squad for God”. Una vez que dejó la banda se compró un equipo de segunda mano con el que pudo centrarse en su trabajo como dj en diversos clubes neoyorquinos, llegando a editar varios singles e iniciando así su relación con el sello Instinct.

Fue en el sello Insticnt donde Moby saboreó por primera vez las mieles del éxito gracias a su tema de house progresivo “Go”, construido a partir de la parte más tétrica de la canción de cierre de la serie Twin Peaks. Era 1992 y Moby alcanzaba el top ten británico gracias a su álbum debut homónimo “Moby, un disco básicamente techno en el que destacaba la pieza de ambient «Stream”. Gracias a este éxito, Moby vio como numerosas estrellas del pop como Michael Jackson, Pet Shop Boys, Orbital o Depeche Mode  le invitaban a trabajar en algunos remixes de sus canciones. Fue precisamente con su álbum debut cuando el artista consiguió el reconocimiento del libro Guinnes de los Records por haber escrito el single más rápido de la historia: “Thousand”, que supera los 1000 bpm.

En su segundo álbum de estudio dejó a un lado los sonidos techno para centrarse algo más en el ambient, y es precisamente así como se llama el disco. “Ambient” reunía canciones de años atrás que aún no habían sido editadas, una jugada que quizá habría sido mejor ahorrarse puesto que el disco obtuvo críticas no muy buenas y pasó bastante desapercibido.

En ese mismo año, Moby firmó con la compañía independiente británica Mute Records y en el 95 publicó su tercer álbum de estudio “Everything Is Wrong”, en el que se incluyó la odisea techno-religiosa “Hymn”,en la que el artista crea una fusión entre el evangelio y la música techno. Este disco fue el que le dio a conocerse gratamente en los medios americanos, donde paradójicamente había pasado desapercibido hasta entonces, al contrario que en el Reino Unido.

La metamorfosis que caracteriza a este artista se puso de manifiesto un año más tarde, cuando abandonó el techno y el dance dar a su nuevo disco un aire rock con impresionantes pseudo riffs de guitarra y su propia voz, algo que ya hizo en su anterior trabajo dejando entrever la evolución de su carrera. Hablamos de “Animal Rights”, un disco muy bien elaborado pero que obtuvo duras críticas por parte de sus fans, que esperaban encontrarse con el Moby de siempre. Después de este cambio regresó parcialmente al mundo de la electrónica con un disco muy cinéfilo, “I Like To Score”, en el que se incluían composiciones suyas que habían sido usadas en diferentes películas y diversas adaptaciones de canciones oficiales.

La pasión que Melville siente por el cine puede verse reflejada en la cantidad de películas donde ha sonado su música, como por ejemplo Bourne Supremacy, La Playa, Misión Imposible, James Bond, El diablo se viste de Prada, Miami Vice, el documental Earthlings…La banda sonora de la película Southland Talestambién corrió a su cargo, y es que el músico es un gran fan de Donnie Darko, la anterior cinta del director, por lo que no pudo resistirse ante la oferta de éste. Un sinfín de películas conocidas y otras no tanto, ya que lanzó la web MobyGratis.com, una base de datos donde cuelga extractos musicales que pueden descargarse gratuitamente para ser utilizados en películas o proyectos sin ánimo de lucro. En el caso de que existiesen ganancias económicas, el dinero se destinaría a The Human Society, una organización que promociona el bienestar de los animales, otra de los férreos valores que tiene el artista.

El momento cumbre de Moby llegó en 1999 con la publicación de “Play”, un disco que sobrepasó todas las expectativas y que a finales de los noventa sumó más de diez millones de copias vendidas, manteniéndose durante meses en lo alto de las listas de ventas de varios paísesDieciocho pistas compuestas alrededor de antiguas canciones de soul, blues y góspel, que hicieron historia al formar el primer álbum autorizado al completo para su uso comercial, y que abrieron las puertas de la nueva música electrónica.

Moby asimila la rutina de publicar discos cada dos años, y así lo hace con “18” y “Hotel”, un álbum en el que las voces e instrumentos fueron interpretados en directo en el estudio por el artista y la cantante Laura Dawn. “Hotel” sirvió de puente para editar el recopilatorio “Go – The Very Best Of Moby” en el que incluyó sus singles y temas más conocidos como “Why Does My Heart Feel So Bad?”, “Natural Blues”, “Porcelain”o “We Are All Made Of Stars”. El mismo recopilatorio se reeditó en el 2007 incluyendo remixes de importantes productores como Vitalic, Armand Van Helden, o Bob Sinclar.

El sexto álbum de estudio de este genio llegó en el año 2008: “Last Night” se grabó en su estudio casero de Manhattan y contó con la participación de varios vocalistas invitados. Un año después llego su séptimo trabajo, “Wait For Me”, y sin dejar tiempo para asimilar éste último, apareció el EP “Be The One” que adelantaba tres tracks de su octavo álbum de estudio: “Destroyed”, del que pocos meses después se publicó una versión deluxe que incluía un dvd y un libro de fotos tomadas por el artista.

Moby es imparable y su capacidad creativa se mueve a un ritmo vertiginoso: graba discos -ha reconocido que podría publicar uno cada dos meses, pero que no lo hace porque generaría confusión-, edita otros bajo su aka Voodoo Child, hace remixes, colabora con una infinidad de artistas, escribe bandas sonoras y está implicado en numerosas organizaciones benéficas además de ser un firme defensor de la neutralidad en la red.

Tras más de veinte años sobre los escenarios y millones de copias vendidas por todo el mundo, Richard Melville sigue componiendo por “amor al arte”, ya que entiende que son pocos los que siguen comprando álbumes y a él le basta con que se le escuche. Admite hacer su música desde el corazón y que ésta le ayuda a ser más feliz, por lo que no se preocupa tanto en el género o estilo que abarque, sino en lo que transmita. Así, desde un inicio puramente techno, pasando por el ambient con arreglos orquestales infinitos, y atreviéndose incluso a crear fusiones con guitarras  y sonidos punk, este camaleónico artista ha hecho historia con su ilustre carrera. Por si sus habilidades compositivas saben a poco, sus actuaciones en directo son un espectáculo digno de ser contemplado: pura energía y conexión plena con el público.

Un artista fuera de lo normal, que se supera a sí mismo en cada una de sus producciones y que, al igual que el protagonista de la novela de su antepasado Herman Melville, parece perseguir de una manera obsesiva a la gran ballena blanca que es la perfección.

Texto: Marta Ruiz

Fuente: ViciousMagazine


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