Una vez más hablamos sobre una leyenda de la escena electrónica que en su momento cayó en la adicción de las drogas, esta vez es nada más y nada menos Erick Morillo de quien hablamos. Lo sabemos gracias a las conferencias que se dan en la International Music Summit que se realizan durante el inicio de la temporada musical en Ibiza, ya que Pete Tong fue el encargado de sentarse a charlar con el veterano de la escena para hablar sobre su carrera pasada y actual y el estado de la electrónica en la actualidad.
Durante la conversación Erick habló abiertamente y sin tapujos sobre su adicción al alcohol y cómo ello desencadenó posteriormente en una adicción a la ketamina. Incentivado por la llegada de jóvenes djs a la escena que conseguían más éxito que él, Erick vio en la droga una forma de evadir dicha realidad:
“En un momento dado, no podía ni orinar. En una ocasión era tal el dolor que tuvieron que llevarme al hospital, me anestesiaron y al despertarme me habían quitado una parte del brazo porque la tenía muy infectada de inyectarme ketamina”
“Mi ego no podía soportar que yo ya no fuera el líder de la manada. Ahí es cuando las cosas empezaron a desmadrarse. Luego empecé a pinchar música que no me gustaba, ahí es cuando las cosas empezaron a ir muy mal“.
Entre algunos detalles curiosos de la entrevista destacamos que Morillo fue el primer dj en tener un jet privado (tan de moda actualmente) con su nombre, ingresó 3 veces en rehabilitación, 3 veces fue arrestado y perdió al según él amor de su vida. Una leyenda viva de la electrónica que debido a su ego y a la amenaza de caras más jóvenes en la escena se refugió en el alcohol convirtiéndose en una persona fría y distante, bastante diferente a la que estamos acostumbrados a ver normalmente, y vio en la ketamina la vía de escape a esa cruda realidad que le estaba tocando afrontar
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